Las Médulas forman un entorno paisajístico de gran belleza, resultado de la explotación de una antigua mina de oro romana. La explotación minera fue abandonada en el siglo III. Actualmente se trata de un paisaje de singular belleza, rodeado de castaños centenarios, lagunas, lagos, picos y galerías.
Método de extracción del oro
Las Médulas ofrecen al visitante, además de un paraje de extraordinaria belleza, la oportunidad de conocer un curioso y complicado sistema de explotación que el geógrafo y naturalista romano, Plinio el Viejo, llamara "ruina montium".
El agua de los riachuelos de montaña se canalizaba y embalsaba en la parte superior de la explotación; la montaña se horadaba con una cuidadosa red de galerías muy pendientes, soltando el agua a través de ellas. La fuerza del agua deshacía la montaña y arrastraba las tierras auríferas hasta los lavaderos.
El sistema hidráulico de las Médulas es el más espectacular de los conocidos, por la cantidad de agua utilizada y la longitud y el gran número de ramificaciones de sus canales.
Actualmente se conoce todo este trazado, visitable en parte con la compañía de un guía.
La visita a Las Médulas
Enmudecida la explotación minera desde hace siglos, el paraje de las Médulas se convierte en un bello paisaje de gran atractivo turístico, que se completa con la infraestructura museística de un aula arqueológica. En ella se describe, pormenorizadamente, la época en la que mantuvo su actividad la mayor explotación aurífera a cielo abierto de todo el Imperio Romano.
Fue declarada patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1997 y Monumento Natural en 2002.